Para empezar, diré que es el final, no es un final feliz, tan sólo es un final, pero parece ser que ya no hay vuelta atrás.
Sólo te di diamantes de carbón, rompí tu mundo en dos, rompí tu corazón... y ahora tu mundo esta burlándose de mi.
Miedo, de volver a los infiernos, miedo a que me tengas miedo, a tenerte que olvidar. Miedo, de quererte sin quererlo, de encontrarte de repente, de no verte nunca más.
Oigo tu voz, siempre antes de dormir, me acuesto junto a ti y aunque no estás aquí, en esta oscuridad la claridad eres tu...
Ya se que es el final, no habrá segunda parte.
Y aquí, en el infierno, oigo tu voz...
domingo, 3 de julio de 2005
Como un río
That's all, folks. Gladys en 2:01 p. m.
0 comentarios:
Publicar un comentario